Brexit y business travel en Reino Unido
La incertidumbre del proceso apunta a afectar de forma negativa al sector en el país. Un informe de Price Waterhouse Cooper pronostica una reducción en la llegada de viajeros de negocios a tierras británicas. En el plano hotelero, el informe augura estancamiento e, incluso, retroceso en algunos de sus principales indicadores.
La incertidumbre alrededor del brexit es patente. Más aún en las últimas semanas, con dimisiones de varios ministros de May. Y es que esta inquietud que acompaña al brexit en la mayoría de ámbitos, también lo hace en el sector turístico y en el del business travel. En cuestión de pocos meses se volverán a alzar fronteras en el Reino Unido. Y esto afectará a los viajeros, en general, y a los viajeros de negocios, en particular. Así, algunas de las consecuencias que el brexit tendrá para los viajeros comunitarios son:
- Posible aumento del precio de los vuelos. El brexit sacaría a Reino Unido del pacto ‘Open Skies’, por el que cualquier compañía puede desplazarse con libertad en el espacio aéreo de la UE, lo que podría traducirse a que las aerolíneas repercutan el sobrecoste en los billetes.
- Posible incremento de los costes de telefonía. Al no pertenecer a la UE, es posible que el coste de usar el teléfono móvil en Reino Unido se equipare al de los países extracomunitarios.
- Seguro de salud adicional. La tarjeta sanitaria europea ya no nos serviría. Para estar cubiertos ante cualquier contratiempo, sería necesario contratar un seguro de salud similar al de cualquier otro país con el que no hay convenios sanitarios.
- Colas en el aeropuerto para el control de pasajeros. Habrá que enseñar el pasaporte y, probablemente, someterse a controles más exhaustivos. Además, es probable que el carril de ‘vía rápida’ en las aduanas se convierta en algo exclusivo para los británicos.
No son buenas noticias para viajeros de negocios que deben viajar a Reino Unido. ¡Ni para sus compañías! Pero tampoco para el sector del turismo y del business travel en el país británico. De hecho, el informe ‘UK Hotels Forecast 2018/2019’, elaborado por Price Waterhouse Cooper (PWC), pronostica caídas en el crecimiento de la inversión y en la llegada de turistas y de viajeros de negocios en 2019.
La consultora predice que tanto las tarifas hoteleras como el beneficio financiero se verán afectados por el brexit, de modo que los principales indicadores experimentarán estancamientos e, incluso, retrocesos en algunos casos.
Las tarifas hoteleras experimentarán un freno en el alza de sus precios. Según el análisis, el precio por habitación aumenta en 2018 un 0,2 por ciento frente 2017, situándose en una media de 149 libras en Londres y en 72 libras en otras provincias, áreas geográficas que alcanzarán una ocupación del 82 y del 76 por ciento, respectivamente. Este aumento de solo el 0,2 por ciento resulta llamativo si lo comparamos con el que se experimentó en 2017, cuando las tarifas hoteleras se incrementaron un 4,3 por ciento en la capital y un 3,6 por ciento en el resto del país respecto a 2016.
La previsión para 2019 sigue esta línea. El informe prevé que las tarifas hoteleras experimenten también un crecimiento escaso: en Londres ascenderán a tan solo 150 libras, con un incremento del 0,8 por ciento, y a 73 libras en provincias, lo que supone un aumento del 1,2 por ciento. La ocupación hotelera se contraerá un -0,5 por ciento hasta situarse en el 81 por ciento en el caso de Londres, aunque en el resto del país no experimentará variación, manteniéndose en el 76 por ciento.
Según asesores de PWC, desde que se votó la salida de Reino Unido de la Unión Europea, los viajes a Reino Unido son “menos boyantes”, dada la incertidumbre generada por el proceso. Y datos oficiales lo constatan, pues la ralentización de la demanda en los viajes de negocios se situó en un -4 por ciento, alcanzando la cifra de 8,8 millones en 2017. Así, con esta disminución de la demanda, PWC ve difícil que los viajes de negocios que se efectúen cubran la oferta de alrededor de 50.000 nuevas plazas hoteleras que verán la luz en 2019 (9.500 en la capital y 40.000 en el resto del país).
Brexit y turismo MICE en Reino Unido
El turismo MICE, que constituye un elemento clave de la demanda hotelera, muestra los mismos signos. Si esta demanda ya se vio fuertemente afectada por la crisis económica, el tema del brexit no ha ayudado. Los últimos años han sido años de lucha para el sector en Reino Unido, enfocando sus esfuerzos por hallar fórmulas para maximizar los ingresos.
El informe cita datos de la UK Conference and Meeting Survey (UKCAMS) 2018, que afirma que en 2017 el turismo MICE se redujo un 11 por ciento respecto a 2016, con 1,29 millones de actos frente a los 1,45 millones del año anterior. No obstante, el informe señala que 2017 se sitúa más o menos a la par de la media de la última década (1,31 millones de actos). En cuanto a las sedes para la celebración de estos eventos, estas acogieron un promedio de 373 en 2017, frente a los 419 de 2016, aunque con un mayor número de asistentes (una media de 72 frente a los 67 de 2016).
No obstante, los datos de la Meeting Industry Association (MIA) son más alentadores. Según esta asociación, el sector MICE en Reino Unido se mostró fuerte a comienzos de 2018. El número de consultas y de reuniones, así como los ratios promedio de los primeros cinco meses del año, son más elevados que las cifras de ese mismo periodo en 2017. La media de actos MICE celebrados en Reino Unido entre enero y mayo de 2018 fueron un 10 por ciento superiores a la media de actos que tuvieron lugar en los mismos meses del año anterior y un 25 por ciento superiores en comparación con el mismo periodo de 2016.
En cuanto a 2019, el turismo MICE en Reino Unido, a pesar de que ya tiene programados diferentes actos, no parece que vaya a presentar ningún ‘mega evento’, por lo que la llegada de visitantes puede también reducirse respecto a años anteriores.
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