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Viajes de negocios y su retorno

Oct 29, 2020

¿Viajar o no viajar? Esa es la pregunta que ahora mismo se plantean muchas compañías. Las razones, todos las conocemos: sanitarias y económicas. La Guild of European Business Travel Agents (GEBTA) lo sabe, y ha analizado los pros y los contras en esa disyuntiva en un interesante informe. “No cabe duda de que la pandemia ha supuesto un punto de inflexión en la dinámica de muchos sectores y entre ellos de aquellos asociados a los viajes de empresa, cuya actividad ha llegado a caer hasta el 95 por ciento en los primeros meses de la irrupción del COVID-19”, contextualiza Marcel Forns, director general de GEBTA, en la introducción al informe.

En este escenario, sin duda, los viajes de negocios se ven cuestionados, pero ya se vieron cuestionados también en anteriores crisis, como la desencadenada a raíz del 11-S o al inicio de la crisis económica de 2008, y hubo un resurgir. ¿Y ahora? Son muchas las voces que se alzan “pronosticando el fin de los viajes corporativos”, señala Forns. El aliado para ello, en 2020, la tecnología, que hoy permite la organización de reuniones y encuentros virtuales con facilidad, lo que en opinión de muchos favorece la productividad y la reducción de costes.

Porque, ¿cuál es el valor y el impacto real de los viajes de negocios? La sustitución de estos no debemos medirla solo basándonos en lo que una compañía ahorra en pasajes de avión o en alojamientos en hoteles. Los viajes de negocios ‘aportan más que un coste’. Interesante cuestión que analiza el informe y cuyas conclusiones desgranamos a continuación.

 

Relación causa-efecto entre los viajes de negocios y el crecimiento de empresas y economías

Son diversos los estudios que acreditan una relación. El informe resalta las conclusiones que en este sentido resalta uno elaborado por Oxford Economics, que arroja un dato a destacar: “Los viajes de negocio son responsables de un tercio del crecimiento del comercio internacional de la última década, además de haber contribuido en más del 20 por ciento al incremento de la ocupación y empleo en el mismo periodo”.

Además, el informe de GEBTA resalta también que los informes realizados por Oxford Economics identifican una clara correlación entre la dinámica e intensidad viajera de las empresas y la evolución de la actividad comercial internacional. Datos que coinciden con los estudios realizados por GEBTA en España, a partir de la comparación entre la evolución de las exportaciones españolas y el número de viajes realizados entre 2007 y 2010, que además ponen sobre la mesa otro dato interesante: por cada euro invertido en viajes corporativos las empresas españolas obtienen de media 9,98 euros en términos de exportación, una ratio que se ha mantenido prácticamente invariable hasta la fecha, y que tiene una especial relevancia, dado el incremento experimentado en el peso de las exportaciones, que supusieron cerca del 35 por ciento del PIB en 2019.

La comparativa de estos datos con los que resultan de los informes de Oxford Economics son muy similares y sitúan la media mundial en una ratio de 10:1.

 

¿Todos los viajes tienen el mismo retorno?

Visto lo anterior, seguro que gran parte de quienes concebían los viajes de empresa como un gasto, ahora, en muchos casos, los ve como una inversión. Desde esta perspectiva, conviene analizar cuál es el retorno de esa inversión. No todos los viajes tienen el mismo retorno. En este sentido, el informe afirma que “los indicadores y ratios de retorno sobre la inversión son medias. El resultado final para cada empresa depende de distintos factores, entre los que se hallan, por ejemplo, el sector de actividad, los mercados o destinos, así como las políticas de viajes implementadas por las empresas”, entre otros.

No obstante, de modo genérico, podemos establecer unas medias de referencia, según la tipología y naturaleza de los desplazamientos:

 

Sin embargo, el hecho de que una compañía viaje no garantiza su crecimiento. Para que los viajes tengan retorno económico es indispensable que tengan unos objetivos claros y que se hayan preparado previamente. Sin objetivos claros y preparación es preferible no viajar.

Aunque no viajar cumpliendo estas premisas (identificación de objetivos y preparación), también tiene sus efectos. Según Oxford Economics, el impacto medio estimado de la eliminación prolongada de los viajes de negocio se traduciría en una reducción de beneficios del orden del 17 por ciento de media durante el primer año, y la recuperación de los niveles previos precisaría de más de dos años, una vez reinstaurados los viajes de empresa.

Además, atendiendo a términos macroeconómicos y según los datos en cuestión, “un recorte del 25 por ciento de la inversión en viajes mantenida durante un período consecutivo de dos años, comportaría una reducción media del PIB global del orden del 5 por ciento por debajo del nivel previsto, pasados 5 años, a la vez que una pérdida aproximada de 30 millones de empleos”, señala el informe.

En Diners Club Spain somos conocedores del retorno de la inversión que suponen los viajes para ‘hacer negocios’, no solo para la empresa, sino para la economía. En este sentido, nos parece importante compartir la fundamentación dada a esta afirmación por parte expertos del ámbito académico. ¿Y qué opinan empresas y viajeros? Esta es otra cuestión que GEBTA aborda en su informe y que nos interesa. Y cómo no, compartiremos contigo en próximos artículos de nuestro blog.