La tecnología avanza y la huella dactilar, el iris de nuestro ojo o el reconocimiento facial están llamados a sustituir a nuestra documentación personal.
Sin duda, en los aeropuertos se ven muchos avances tecnológicos y este es el último que conocemos. En Estados Unidos ya se están haciendo tests con lo que se denominan “parámetros biométricos” para agilizar el embarque. ¿Y si tu huella dactilar sustituyera a las tarjetas de embarque? Nada de imprimir tus billetes en casa, nada de presentar un código guardado en nuestro smartphone y, por supuesto, ¡nos olvidamos de pagar por su emisión!
La Administración de Seguridad en el Transporte de EEUU –TSA por sus siglas en inglés– ya ha anunciado un programa piloto por el que se utilizará la huella dactilar para remplazar las tarjetas de embarque y el DNI a la hora de viajar en avión. Por el momento, el programa está en fase de prueba y es voluntario: todos los datos serán registrados y guardados durante 75 años y pueden ser empleados si la ley lo requiere.
Otro ejemplo de tecnología biométrica es el reconocimiento facial. JetBlue, compañía estadounidense, también va a comenzar a realizar tests con tecnologías de reconocimiento facial para identificar a sus pasajeros, verificando la coincidencia con la foto de su documento de identidad.
Estos parámetros biométricos son una forma de reforzar el control y la seguridad de la ciudadanía, lo que puede ser un arma de doble filo ante la privacidad. Sin embargo, también nos haría ahorrar mucho tiempo en colas y, sin duda, sería muy práctico para aquellos que suelen olvidar su DNI o tarjetas de embarque.
De los resultados que arrojen estos programas piloto, dependerá que se extienda a más compañías y aeropuertos es un indicio de aeropuertos más ágiles y, por lo tanto, también se ahorraría tiempo en los viajes corporativos.