Para muchos, los Concorde son cosa del pasado. Y efectivamente, lo son. Pero no porque ya no operen, sino por haber cedido el testigo a aeronaves que muy pronto superarán al más mítico avión del siglo XX. Sí, fue cosa del siglo pasado aquello de surcar los cielos superando la barrera del sonido. Pero ese afán se desvaneció con la llegada del siglo XXI. Uno de los motivos, la poca rentabilidad…
No obstante, el espíritu supersónico parece haber vuelto a ‘levantar el vuelo’. Son muchos los proyectos que en los últimos años apuntan a que pronto volaremos a velocidades, no solo supersónicas, sino hipersónicas. De hecho, según se ha publicado recientemente en prensa, “la autoridad aeronáutica de Estados Unidos ha abierto la posibilidad de que las empresas comiencen a experimentar con los aviones supersónicos del futuro”, lo que supone “el primer paso para que los fabricantes puedan comenzar las pruebas de campo” con aeronaves destinadas a vuelos civiles.
Estos nuevos proyectos de aviones supersónicos -a diferencia del Concorde-, al menos en principio, tendrán claro a qué tipo de viajero se dirigirán: a pocos y exclusivos viajeros de negocios. Y es que ahorrar tiempo en los viajes de negocios es un claro anhelo, tanto para el viajero, como para la compañía que trabaja. El tiempo, ‘no es solo oro’, también euros, dólares, yenes…
Como ejemplo de este tipo de aviones, hacemos repaso. Uno de ellos, el proyectado por la compañía Virgin Galactic, en el que entre 9 y 19 pasajeros podrán viajar a tres veces la velocidad del sonido -a Mach 3-, alcanzando una altitud por encima de los 18.000 metros. Así, si el proyecto de Virgin prospera conforme a lo planeado, trayectos como el que une Londres y Nueva York podría cubrirse en apenas tres horas.
Otro sería el llevado a cabo por Boom Supersonic, que ya cuenta con un prototipo funcional. ¿Qué ofrece este modelo? Más capacidad -hasta 44 pasajeros- en detrimento de la velocidad, pues estamos ante un avión supersónico que ‘solo’ permite viajar a Mach 1.3 (1,3 veces la velocidad del sonido), lo viene a ser algo menos del doble de la velocidad de crucero de los aviones comerciales en la actualidad. Ahora bien, Boom Supersonic tiene otro as en la manga, el ya bautizado como Overture, aeronave con capacidad para albergar a entre 65 y 88 pasajeros al doble de velocidad que un avión de pasajeros actual, alcanzando el Mach 1.5.
Y cómo no, uno de los proyectos que más ‘ruido’ ha hecho en el año que acabamos de dejar atrás, el de Aerion. Y es que este proyecto se postula como uno de los candidatos supersónicos más inminentes. De hecho, apunta a ser una realidad en 2023, con una velocidad de crucero a Mach 1.4 y con una capacidad de entre 8 y 10 asientos.
Con todo ello, ¿para cuándo se prevé el ‘hipersonismo’? La Federal Aviation Administration, máxima autoridad aeronáutica de Estados Unidos, por el momento solo ha establecido la normativa para que reinicien los vuelos supersónicos. No obstante, ya existen aspiraciones ‘hipersónicas’. Ejemplo de ello, la de Elon Musk, de la mano del proyecto SpaceX por el que se pretende quintuplicar la velocidad del sonido, volando a Mach 5. De lograrse, este medio de transporte podría unir ciudades tan distantes como Londres y Hong Kong en solo 34 minutos.
Hasta hoy, los viajes hipersónicos estaban reservados para la industria de los misiles. Sin embargo, otra empresa alemana, que trabaja con un vehículo capaz de viajar también a Mach 5 para transportar viajeros. Este avión hipersónico se llama SpaceLiner, pero su desarrollo aún es demasiado caro. A pesar de ello, las tecnologías “scramjet” y “ramjet” serán determinantes para que en el futuro podamos viajar a otro continente en unos pocos minutos.
A propósito de estas tecnologías, un ramjet utiliza el movimiento hacia delante del motor o las ondas de choque para comprimir el aire entrante sin necesidad de usar un compresor, que alcanza una temperatura extremadamente alta durante el flujo supersónico. Por su parte, “un scramjet -que es un ramjet de combustión supersónica-, en lugar de desacelerar el aire a velocidades subsónicas utilizando fuertes ondas de choque, utiliza menos ondas de choque más débiles para retener el flujo supersónico, lo que limita el aumento de la temperatura”.
Boeing también tiene entre manos la previsión de desarrollar un modelo hipersónico, aunque la entrada en servicio de esta nueva aeronave no será antes de veinte años vista. El modelo hipersónico de Boeing podría alcanzar una velocidad de 6.500 kilómetros por hora, logrando conectar Europa y Australia en cinco horas.
Desde Diners Club Spain aplaudimos todos los esfuerzos invertidos en desarrollar medios de transporte cada vez más rápidos, más seguros, más confortables… Como siempre, permaneceremos atentos a los avances que en este sentido se produzcan para que, en cuanto los aviones supersónicos levanten el vuelo, informarte, ‘a la velocidad de la luz’.