Hemos empezado un 2022 en el que la alta velocidad apunta a avanzar ‘a gran velocidad’. En el pasado 2021, se inició la construcción de dos nuevos tramos de AVE, que unirían Madrid con extremos opuestos de la geografía española. La alta velocidad cumplió expectativas y llegó a Orihuela a principios de 2021, con vistas a alcanzar Murcia en 2022. También a finales del año pasado, ésta entró en Galicia hasta alcanzar Orense.
El año objetivo es 2026. Si los planes se cumplen, será dentro de cuatro años cuando se culmine “el despliegue prácticamente total de la Y vasca, la llegada del AVE a Asturias y Cantabria y la culminación de los corredores extremeño y mediterráneo”, según apuntaban a finales de año desde El Español.
La próxima parada prevista es Asturias, pues el proyecto prevé conectar la alta velocidad desde León a Oviedo y Gijón, a finales de este año y comienzos de 2023, respectivamente, lo que conectará a Asturias con Madrid, en menos de tres horas.
En el caso de la vecina Cantabria, tras el parón en la construcción del trazado, se han retomado las obras de importantes tramos para esta infraestructura, aunque aún no hay fecha clara para la llegada del AVE a Santander.
Avanzando por la cornisa cantábrica, llegamos al que será, posiblemente, el próximo gran hito de la red de alta velocidad española: la unión de las tres capitales del País Vasco. Se trataría de uno de los corredores con más potencial económico y la fecha prevista, para que la alta velocidad llegue a Vitoria, Bilbao y San Sebastián, es 2026.
Por su parte, el denominado Corredor Mediterráneo constituirá la principal infraestructura ferroviaria no radial y a pesar de los retrasos, se prevé que en los próximos años ya sea una realidad.
Aunque en la actualidad, los avances de los tramos llevan ritmos muy dispares, el eje norte-sur, apunta a estar pronto finalizado, concretamente, se prevé que en 2024 dichas conexiones podrían estar listas. La unión de alta velocidad, entre Cataluña y la Comunidad Valenciana, dependería de los plazos de pruebas. En cuanto al eje sur, en 2026, si se cumplen los plazos, se completarían los trabajos que permitirán circular entre Almería y la frontera con Francia.
En último término, el cierre de la ampliación de la alta velocidad tomará dirección suroeste. El corredor extremeño y la futura conexión con Portugal tendrán como primer gran hito la conexión entre Plasencia y Badajoz, prevista para este verano. A partir de ahí, se conectará con el resto del conjunto de la red de alta velocidad, previendo que sea 2025, el año en el que la conexión entre Cáceres y Toledo sea una realidad. No obstante, para lo que no hay una estimación de fecha muy definida, es para la conexión con Lisboa.
Además, “el proceso de liberalización de los servicios de transporte de pasajeros por ferrocarril, puesto en marcha en paralelo a estas obras, marcará el grado de aprovechamiento de una infraestructura que permitirá desplazarse por gran parte de la península en tiempos muy reducidos”, destacan en el citado artículo de El Español, de manera que “concluirán cuatro décadas de construcción de la infraestructura con mayor potencial de impacto social y económico de la historia del país”.
Desde Diners Club Spain permaneceremos muy atentos a los avances de estas infraestructuras que, esperamos, se produzcan a ‘alta velocidad’ y que, estamos seguros, nos mantendrá, como hasta ahora, en el “top ten” de los países con mayor calidad en su red ferroviaria.