Con el buen tiempo llegan las vacaciones y el incremento de viajes… ¡más allá de los viajes de negocios! Viajes de placer que no tienen que ver con nuestros business travels habituales… ¿O sí?
Si también en tu tiempo de descanso eres de los que coge un avión y le agotan los ‘trámites’ que hay que pasar hasta embarcar, ¡estate prevenido! Las tediosas colas y esperas aumentan en estas fechas. Son más los viajeros y, también, más las posibles huelgas que afecten a la fluidez de pasajeros en los aeropuertos.
Así, se pueden dar más casos en los que el despistado de turno hace ‘tapón’ y convierte lo que podría ser un trámite ágil en una demora innecesaria. Se le reconoce con facilidad, tiene la maleta abierta y parece buscar con desesperación algo que no acaba de localizar. Mientras tanto, el resto de la cola mira el reloj con impaciencia una y otra vez como si de esa manera se fuera a solucionar el problema. Debes saber algo: nadie -absolutamente nadie- quiere ser ese tipo…
¡No lo seas tú tampoco llevado por la relajación de este viaje de placer! Así, continúa leyendo. Ten presente los siguientes consejos para ahorrar tiempo en los trámites aeroportuarios.
Documentación en vigor
-¿Tienes a mano la tarjeta de embarque? Infórmate de si el aeropuerto al que vas permite que la muestres en el móvil o si requiere que la traigas impresa. No hay nada más desesperante que aguardar a que llegue tu turno para después descubrir que ha sido una espera en vano. Además, también recuerda que vas a necesitar el DNI o el pasaporte en vigor. Algunas compañías de vuelo permiten descargar su propia app y guardar en ella las tarjetas de embarque, descárgala y sé precavido porque en muchas ocasiones los lectores de códigos fallan al tratarse de una imagen de la tarjeta de embarque y no ser la original.
–No vayas justo de tiempo. Si quieres evitar que se te salga el corazón por la boca, lo mejor que puedes hacer es ir con tiempo de sobra. No olvides que puedes encontrarte ‘sorpresas’ en los controles de seguridad.
-Recuerda qué puedes y qué no puedes incluir en tu equipaje de mano. Lo primero en este caso es la propia maleta ¿tiene el tamaño adecuado? Puede variar dependiendo de la compañía que con la que vueles. Infórmate de las medidas admitidas antes de salir. Lo siguiente a tener en cuenta es saber qué objetos están permitidos y cuáles no: los líquidos deben viajar en recipientes de no más de 100 mililitros y siempre introducidos en bolsa de plástico transparente. En cuanto a los medicamentos, deberás saber que si no están permitidos en el país de destino no los podrás incluir, además de que su cantidad se limitará al consumo propio y deberás llevar justificante médico. En este punto, recuerda que si superan los 100 mililitros precisarás de receta para pasar los controles sin problema. ¿Dudas con otros objetos? En general, piensa que si el objeto puede utilizarse para dañarte a ti o a los pasajeros que te rodean no va a estar permitido. Así, atendiendo a las indicaciones de AENA, descartaremos armas, dispositivos que disparen proyectiles o que sirvan para inmovilizar, objetos afilados, romos, sustancias tóxicas y dispositivos incendiarios.
Ahorrar tiempo
– Evita los objetos metálicos. No, el aeropuerto no es sitio más apropiado para lucir todas tus alhajas si no quieres ‘brillar’ en el control de seguridad. Mejor evítalos, ahorrarás tiempo y se lo ahorrarás a los demás. Y sí, el cinturón también puede ‘pitar’ en el escáner. Si es posible, déjalo en casa o en la maleta facturada.
– Controles aleatorios. Adicionalmente a los arcos de seguridad, en los aeropuertos se realizan controles de seguridad aleatorios para la detección de posible manipulación de sustancias explosivas. Se trata de controles rápidos, en los que si el resultado es negativo, es cuestión de unos minutos. Asimismo, se pueden realizar controles también aleatorios de equipaje que, igualmente, pueden demorar la fluidez del avance de la cola de pasajeros. En tales casos, lo más recomendable, es seguir las instrucciones de las autoridades para agilizar el proceso y entorpecer lo menos posible.
– Aparatos electrónicos. Es de obligado cumplimiento sacarlos de la maleta y colocarlos en una bandeja aparte. En este apartado podemos incluir cámaras de vídeo y fotografía, cargadores, portátiles, móviles, calculadoras, juguetes con pilas, secadores, planchas para el pelo e, incluso, las baterías externas que llevemos.
– Hay artículos que podemos sospechar que no nos dejarán incluirlos y que en realidad sí están permitidos. Es el caso de los cubiertos de plástico, las maquinillas de afeitar desechables, mecheros de gas, cucharas, tijeras -sí, tijeras, pero solo tienen pase las pequeñas o de punta redondeada- cortauñas, jeringas hipodérmicas, agujas de tejer… ¿sorprendido?
Tren y automóvil
No obstante, hay quien para sus vacaciones prefiere ‘volar’ en AVE, por ejemplo. Y es que trenes, pero no solo estos, sino también coches, suelen ser medios de transporte habituales para quienes se desplazan en vacaciones.
En RENFE también se realizan controles basados en el paso por arcos de detección de metales y en el escaneo de equipajes. Dispositivos electrónicos y chaquetas también deben pasar por el escáner.
En carretera, recuerda la importancia de iniciar un viaje de largo recorrido tras haber ‘puesto a punto’ el vehículo. Tu seguridad y la de los demás está en juego. Asimismo, ten en cuenta las normas de seguridad, no solo de pasajeros, sino también en lo relativo a la carga del vehículo. Igualmente, recuerda que durante el trayecto, Policía y Guardia Civil pueden solicitarte revisar maletero e interior del vehículo.
¿Preparado? ¿Listo? ¡Ya puedes comenzar tus vacaciones! Hazlo teniendo presentes estas recomendaciones y, seguro, llegarás a tu destino de la forma más segura… ¡y ágil!