Tras varias semanas de discusión a diferentes niveles sobre las medidas de distanciamiento social que se deben establecer en los vuelos, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDE) que establece las pautas que se deben seguir para mitigar riesgos de contagio en los vuelos.
La adopción de estas medidas afecta tanto al viajero antes de salir de casa y dirigirse al aeropuerto hasta llegar al destino, como a las compañías aéreas y a los aeropuertos para garantizar la seguridad sanitaria. Observar estas medidas de seguridad y prevención por parte de todos los actores implicados no hará necesario tener que reducir el volumen de pasajeros por vuelo para garantizar la distancia entre pasajeros, lo que permitirá a las aerolíneas mantener ciertos niveles de rentabilidad -importante, sobre todo, tras el parón de actividad-, así como mantener con cierta estabilidad el precio de los pasajes.
Entidades como la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y muchas aerolíneas han acogido de buen grado la fórmula propuesta por EASA y ECDE y en muchos casos ya las están poniendo en marcha.
Guía para viajar en avión tras el coronavirus
La primera cuestión que establecen EASA y ECDE, y en la que hacen especial hincapié, es la concienciación de los viajeros acerca de que si tienen síntomas o han estado en contacto con un afectado por el coronavirus no deben viajar. Así, las aerolíneas y operadores aeroportuarios deberán comunicar a los viajeros este punto con antelación, así como enviarles -24 horas antes del vuelo- un documento electrónico que tendrán que firmar en este sentido.
En cuanto a este aspecto, EASA recomienda que las compañías aéreas cambien los billetes de forma gratuita a los pasajeros que, hasta seis horas antes del despegue, tengan sospechas contrastadas médicamente de estar contagiados.
Al llegar al aeropuerto, el pasajero deberá acceder al recinto con una mascarilla FPP2 colocada y deberá despedirse de los acompañantes que no vayan a viajar en la puerta de la terminal -salvo en el caso de personas con movilidad reducida-. Asimismo, el viajero deberá asegurarse de que lleva suficientes mascarillas para toda la duración del trayecto, pues deberá cambiársela cada cuatro horas -salvo que el fabricante especifique una efectividad por mayor tiempo-. En todos los casos, deberán ser mascarillas quirúrgicas FPP2 homologadas.
En mano de las autoridades nacionales quedaría establecer la obligatoriedad o no de realizar controles de temperatura en los aeropuertos. De realizarse, esto deberán hacerse en la puerta, antes de facturar el equipaje. En caso de superar los 38 grados de temperatura, no se deberá volar. Respecto al equipaje, se recomienda a las compañías favorecer procesos de facturación automáticos, así como tratar de limitar todo lo posible el equipaje de mano, con el objetivo de agilizar el embarque y disminuir el contacto.
A la hora de pasar los controles de seguridad, el aeropuerto debe garantizar que se respeta una distancia de 1,5 metros entre los pasajeros y que el personal está provisto de elementos de seguridad y prevención (guantes, mascarillas, pantallas protectoras…). Por su parte, el pasajero solo podrá retirarse la mascarilla si esto le es solicitado en el control de seguridad y en el paso de fronteras.
Al embarcar se recomienda tratar de mantener el distanciamiento físico siempre que sea posible. Para ello se propone un embarque escalonado de los pasajeros en función del asiento que vayan a ocupar y que se proporcione gel hidroalcohólico en la puerta de la aeronave. Además, aunque el pasajero debe asegurarse de llevar suficientes mascarillas para el vuelo, la aerolínea también deberá contar con mascarillas debidamente homologadas por si acaso. Asimismo, siempre sea posible, el pasajero deberá llevar la tarjeta de embarque en el teléfono móvil, con el objetivo de evitar el contacto con el personal de tierra.
En el interior de la cabina, además de ir provistos de mascarillas, los pasajeros deberán extremar la higiene de manos, estornudar en el codo, utilizar pañuelos desechables, evitar tocar las superficies, llevarse las manos a la cara…
De igual modo las pautas establecidas por EASA señalan la importancia de evitar en todo lo posible los servicios a bordo, así como el manejo de dinero en efectivo. Igualmente, la aerolínea deberá tener siempre en perfecto estado los sistemas de ventilación y sistemas de filtración HEPA, capaces de eliminar del aire virus similares al coronavirus. En este sentido, los pasajeros no podrán permanecer en el interior del avión sin los filtros o la ventilación activada durante más de media hora.
¿Y qué ocurre si algún pasajero se niega a cumplir las normas? En tal caso, al viajero se le denegará el acceso al aeropuerto o al avión. Y si la negativa del pasajero se produce a bordo, se les tratará según el protocolo establecido para viajeros conflictivos.
Así, ten en cuenta todas estas cuestiones a la hora de organizar tu próximo vuelo, cruciales no solo para garantizar que puedas realizar el desplazamiento, sino también para protegerte y proteger a los demás. ¡Preparándonos para volver a despegar!