Ser mujer y viajar por negocios a veces puede conllevar ciertas complicaciones, sobre todo si el destino es un país en el que las costumbres y usos en cuanto a género difieren de los de Occidente. También en el caso de viajar a un destino con conflictos sociales o políticos en el que la mujer, por el hecho de serlo, pueda ser más vulnerable a cierto nivel de inseguridad ciudadana. En este sentido, en el post de hoy hacemos repaso de algunas recomendaciones para los viajeros de negocios en general y para las viajeras, en particular.
Viajar a un país con una cultura radicalmente diferente a la propia conlleva, para cualquier persona, no solo un choque cultural, sino también ciertos riesgos asociados a no conocer sus estándares sociales y, en consecuencia, no actuar conforme a los mismos. En muchos casos, estos riesgos se acentúan más si eres mujer, sobre todo si viajamos a un destino en el que los roles del hombre y de la mujer, por cuestiones de tradición o religión, están claramente diferenciados y son radicalmente distintos a los de Occidente. Pero hoy en día viajar por negocios no es cosa de hombres. Es un hecho que el volumen de mujeres que realizan regularmente business travels va in crescendo. Y es que la mujer va escalando posiciones en el mercado de trabajo, lo que conlleva un aumento de responsabilidad que muchas veces trae consigo tener que viajar por trabajo.
Cuando viajamos, en ocasiones tenemos la sensación de visitar otro planeta. El contraste que se produce entre Occidente y otras culturas nos lleva a no entender muy bien cómo debemos comportarnos en según qué situaciones. ¿Es seguro coger un taxi? ¿Me debo subir delante? ¿Puedo pasear por cualquier calle? Cuando me presenten a alguien, ¿cómo lo saludo? Las preguntas son infinitas.
Si realizamos un viaje de negocios, nos debemos adaptar a las costumbres del país que visitemos. El impacto que tendría presentarse en una reunión en Arabia Saudí con empresarios qataríes con una minifalda y darles dos besos como bienvenida provocaría incomprensión y asombro, como poco. Por ello, es recomendable tener en cuenta unas pautas básicas previas a cómo debemos comportarnos en ese país.
En este sentido, la mujer occidental que viaja por negocios hace bien en actuar con cautela para no resultar una nota discordante en el contexto social en el que se va a desenvolver. Por ejemplo, en una reunión de trabajo, llevar siempre una indumentaria clásica y discreta, evitando modas occidentales que en el país de destino no pudieran verse con bueno ojos. Es recomendable evitar escotes, faldas cortas o vestimenta ceñida.
Aparte del dress code en el contexto profesional, es recomendable que la mujer siga teniendo en cuenta este tipo de consideraciones a la hora de desenvolverse en la ciudad, vistiendo con discreción y moviéndose con cautela por zonas que no conozca o evitar barrios desaconsejados o incluso prohibidos para extranjeros. Recordemos que aunque podemos estar de acuerdo o no con los estándares sociales, culturales o religiosos del país, el motivo que nos lleva a ese destino es un cometido profesional.
En el caso de países con cierto grado de inseguridad ciudadana, no solo las viajeras de negocios, sino también los hombres, deben tener en cuenta una serie de recomendaciones ante posibles eventualidades que afecten a su seguridad personal. En este sentido, todos y todas debemos tomar ciertas previsiones como llevar siempre con nosotros nuestra documentación, así como guardar una copia de la misma, por ejemplo, en la nube. Asimismo, conviene informar a nuestra empresa de nuestros pasos durante el viaje. Confirmar nuestras salidas y llegadas al hotel, de modo que estemos siempre localizados.
Otra cuestión que todos debemos tener en cuenta es utilizar medios de transporte oficiales y con garantías. En muchos de estos países se ofrecen servicios de ‘taxi pirata’ que pueden provocarnos más de un susto. Por este motivo, es conveniente pedir siempre un taxi en la recepción del hotel. Así, la GBTA, incluso, recomienda a las compañías proveer a todos sus viajeros, un medio de transporte por carretera con garantías -con un chófer registrado o con licencia- para sus desplazamientos.
Estas precauciones, generales para todos los viajeros, deben extremarse en el caso de las mujeres. En países con alto nivel de inseguridad ciudadana, la mujer resulta más vulnerable a los riesgos asociados a este contexto social.
Hoy en día los travel managers están sensibilizados con este tipo de riesgos, y en la planificación de los viajes toman en consideración cuestiones orientadas a la protección. En general, los travel managers, en comparación con la situación hace unas décadas, muestran mayor atención y preocupación por el bienestar del viajero, personalización del viaje y seguridad para ellos.