A escasos días de que arranque Agosto, el mes del descanso por excelencia, miras con envidia las fotos que invaden tus redes sociales: el clásico ‘posado de pies’ en la playa, cócteles de aspecto exótico, fiestas con los amigos, visitas a lugares lejanos…Entonces te consuelas pensando que tú también vas a escaparte unos días de la oficina para viajar… ya sea por ocio o por motivos laborales!
No desesperes, en verano da la sensación de que todo funciona con un ritmo más pausado, más relajado y hasta el trabajo parece un poco impregnado de esa tranquilidad, por eso te invitamos a que aparques un rato el estrés y veas con otros ojos ese viaje de negocios que te aguarda en los próximos días. Porque, ¿sabías que están llenos de curiosas y divertidas anécdotas?
Los aviones
¿Por qué suelen ser blancos?
Te has montado en ellos decenas de veces -cientos, si los usas habitualmente en viajes de negocios- y quizás te lo hayas preguntado seriamente en alguna ocasión: ¿por qué no pueden ser rosas con pintas verdes? Resultaría divertido ver sobrevolar sobre nuestras cabezas aviones de llamativos colores, pero lo cierto es que detrás de esta sobriedad hay una explicación lógica: el color blanco resiste mejor el desgaste del sol.
¿Y por qué los asientos son azules?
Como podrás imaginar, tampoco es una cuestión de capricho. No, no es que sea el tono favorito del dueño de la aerolínea, el motivo real es que se considera que el azul transmite calma… Algo que más de un pasajero necesita en grandes dosis a la hora de subirse a estos aparatos.
El piloto y el copiloto comen cosas diferentes
¿Tiene el piloto algo que le permite pedir un almuerzo ‘especial’? ¿Piden platos distintos para poder probar el del otro y así disfrutar de mayor variedad? Por supuesto que no, se trata de una cuestión práctica: si ambos ingiriesen lo mismo y por desgracia el alimento se encontrase en mal estado, los dos sufrirían una intoxicación ¿quién llevaría entonces el avión a su destino?
Sorpresas sobre raíles
Si las alturas no son lo tuyo, el destino al que te diriges no está muy lejos, o simplemente prefieres la comodidad de los viajes en tren, entonces tal vez te gustaría conocer algunas curiosidades sobre este medio de transporte:
¿De cuándo data el primer tren?
Se tiene constancia de que ya en la antigua Grecia, en el diolkos, usaban un sistema basado en plataformas para transportar botes arrastrados por esclavos.
¿Cuál es el tren más largo?
El tren de los 1.000 vagones -de casi tres kilómetros- es el que ostenta el primer puesto en cuanto a longitud. Se encuentra en Mauritania y sirve para llevar los minerales de Zuérate hasta el puerto de Nuadibú, una ruta de unos 700 km.
‘Finas’ tradiciones
Cada segundo sábado de julio en Laguna Niguel, un pequeño pueblo de EEUU, se celebra el ‘Mooning Amtrak’, un curioso ritual que consiste -y no es broma- en bajarse los pantalones y mostrar el trasero al tren. Por lo visto, tal distinguida tradición nació en 1979 a raíz de una apuesta de bar. El caso es que a día de hoy el evento ha llegado a reunir a más de diez mil personas.
Los hoteles más extraños
Si has conseguido llegar a tu destino sin ningún percance extraño, puede que al entrar en el hotel te lleves una pequeña sorpresa:
Dormir en un ataúd
Si te alojas en el Propeller Island City Lodge de Berlín, en Alemania, es posible que te toque descansar en un ataúd. Seguramente estés agotado por el viaje o la reunión, pero ¿tanto como para necesitar un descanso eterno? Considerado uno de los hoteles más raros del mundo, tiene habitaciones para todos los (estrambóticos) gustos, desde una con el mobiliario pegado al techo, pasando por otra con forma de granero o -una de las más solicitadas- la que tiene las paredes cubiertas de espejos.
Como un delincuente
Si alguien goza de un dudoso sentido del humor, tal vez te reserve habitación en el Hotel Alcatraz de Kaiserlautern, también en Alemania. No es otra cosa que una antigua cárcel transformada en hotel que cuenta con 56 habitaciones/celdas… Con sus barrotes y todo, para que te sientas como un auténtico delincuente.
La vida del roedor
Y en la línea del anterior encontramos en Nantes (Francia) el Hotel Villa Hamster que ofrece la posibilidad de alojarse en una jaula. En esta ocasión te conviertes en un ratón y te prestan disfraces para que la experiencia sea más intensa. No sabemos si cumple la función de que duermas bien, pero por lo menos podrás relajarte dando vueltas en su rueda de dos metros de diámetro.
Como ves, lo que en principio se presenta como un rutinario viaje de negocios puede acabar convirtiéndose en una divertida aventura llena de singulares anécdotas. ¿Quién sabe qué sorpresas acechan ahí fuera?