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Duty free en nuestros viajes de negocios

Dic 12, 2019

Seguramente, siempre que has volado, te has parado, como poco a pensar, en qué capricho bueno, bonito y barato adquirir en los espacios duty free de los aeropuertos. 

Ya sea en viaje de placer o en viaje de negocios, solemos aprovechar la oportunidad. ¿Pero estamos seguros de que ese chollo que consideramos un chollo verdaderamente lo es?

 

¿Qué son los duty free?

Para estar seguros de ello, lo primero que hemos de tener claro es qué son los duty free. Estos espacios son tiendas libres de impuestos, establecimientos que, aunque físicamente se ubican en un país, a efectos tributarios se les considera territorio internacional. Y te preguntarás… ¿por qué esta doble consideración? La explicación viene dada porque los países gravan con impuestos los productos que entran en su territorio nacional, pero quienes los compran son viajeros que salen del país. Así, el producto, se entiende, no entra en su territorio. Para asegurar que esto es así, el cliente del duty free debe mostrar su pasaporte y tarjeta de embarque en el momento de realizar la compra. 

En el caso de vuelos dentro de la Unión Europea, debemos tener en consideración que la exención fiscal no se aplica salvo en algunas regiones que, aunque pertenecientes a la Unión Europea, no tienen el mismo régimen fiscal, como puede ser el caso de las Islas Canarias. 

El primer establecimiento duty free data de 1946 y se ubicó en el aeropuerto irlandés de Shannon, habitual aeropuerto en el que muchos aviones en vuelo transatlántico hacían escala para repostar antes de cruzar el océano. No había razón, pues, para pagar impuestos en ese país. La idea tuvo éxito y otros países como Estados Unidos la incorporaron rápidamente. De hecho, en 1960, dos empresarios estadounidenses, Chuck Feeney y Robert W. Miller, crearon la corporación Duty Free Shoppers Group en Hong Kong para desde allí expandirla a Europa y América hasta convertirse en lo que es hoy, un conglomerado mundial. 

 

Pros y contras de comprar en un duty free

Al comprar un producto sin que se le apliquen impuestos, entendemos que lo podremos adquirir a un precio más económico. Pero no siempre es así, pues en ocasiones, algunas marcas, son conscientes del paralelismo que el imaginario colectivo establece entre “duty free” y “precio menor”. Por ello, resulta recomendable realizar una comparativa de forma previa. Por ejemplo, un mismo producto en un aeropuerto norteamericano puede resultar más caro que en uno español. ¿Por qué? Porque si en un país un producto es más caro que en otro país -independientemente del gravamen- en los establecimientos de sus respectivos territorios nacionales, en el caso de los precios que se establecen para este producto en los duty free, estos se establecen en relación a los precios del territorio nacional. Es decir, si comprar una botella de vino de Rioja resulta más cara en una tienda de Nueva York que en un establecimiento de Madrid, esa misma botella será más cara en el duty free del aeropuerto de Nueva York que en el del aeropuerto de Madrid. 

Además, varios estudios llegan a la conclusión de que adquirir algunos de los productos más demandados en los duty free en plataformas online resulta más económico a pesar de la exención de impuestos. Así lo demuestra un  estudio de Idéalo realizado en 2018. Según el mismo, comprar online puede resultar alrededor de un 40 por ciento más económico frente a los duty free, atendiendo a algunos de los productos más demandados en estos establecimientos: los perfumes. 

No obstante, todo ello no quiere decir que, en algunos casos, según el país al que viajemos, no podamos encontrar verdaderos ‘chollos’. 

Además, las compras en un duty free confieren otra serie de ventajas, tales como poder adquirir productos en formatos que no es habitual encontrar en tiendas o comercios convencionales. Desde botellas magnum a frascos de perfume de mayor volumen, pasando por chocolatinas que harían la delicia de dos y hasta tres niños a la vez.  

¿Y qué decir de la presentación de estos productos? Seguro que estás de acuerdo con que ‘entran más por los ojos’. Packagings atractivos, lotes ‘de lujo’, envoltorios dignos del mejor de los regalos… En definitiva, ideales si somos de los que aprecian ‘lo bonito’ o si queremos llevar el más bonito recuerdo a un ser querido. 

Pero además de este toque de estética y exclusividad, las compras en el duty free también pueden ser prácticas. Es estos espacios podemos adquirir un sinfín de productos que, bien no pasarían los controles de acceso a la cabina del avión, como por ejemplo, una botella de alcohol, bien tendríamos que facturar: ¡una faena si pretendemos viajar solo con equipaje de mano! Así, podemos viajar con productos que, de otra forma, sería impensable llevar en la cabina de un avión. Además, sin atender a tamaños ni cantidades y tampoco a que quepan o no en la maleta.

Con todo ello, desde Diners Club Spain esperamos que estos consejos te resulten de utilidad a la hora de sacar el máximo provecho a tus compras en el duty free. Seguro que ese viaje de negocios del que regresas con un bonito recuerdo hace más memorable el trayecto.