Tras el paso por India, nuestra guía de viajes corporativos nos vuelve a llevar a Asia, concretamente a la ciudad-estado más próspera, no solo del continente, sino del mundo: Singapur. Situada en el sudeste asiático, esta antigua colonia británica es hoy un país soberano, con una república parlamentaria como forma de gobierno.
Sus más de cinco millones de habitantes son de origen y procedencia muy diversos. Alrededor de dos millones de habitantes proceden del extranjero. En cuanto a los nativos, el 75 por ciento son de origen chino, y el resto, minorías malayas, indias y euroasiáticas. Este multiculturalismo, promovido por el gobierno tiene también su reflejo en la lengua, y es que el país cuenta con cuatro idiomas oficiales: inglés, chino, malayo y tamil.
Limitando al norte con Malasia y al sur con Indonesia, Singapur está formada por 63 islas, siendo la principal Singapur, también conocida como Pulau Ujong, y que se encuentra conectada a la península malaya por dos puentes.
La ciudad-estado tiene un clima ecuatorial, con temperaturas estables entre 23 y 32 ºC a lo largo de todo el año, sin que apenas se distingan estaciones. La humedad es elevada y las lluvias abundantes.
En cuanto al huso horario, se establece una hora antes de lo que correspondiera a su ubicación, siendo su huso GMT+8. Singapur cambia también la hora en verano, por lo que atendiendo a su huso horario, si en España son las 12.00h., en Singapur son las 18.00h., tanto en invierno como en verano.
Economía
Con una economía de libre mercado, su principal nota distintiva es la prosperidad. Disfruta de precios estables y uno de los PIB más altos del mundo, por lo que se le considera uno de los cuatro ‘tigres asiáticos’.
El principal peso en la economía lo tienen las importaciones y el refinamiento de importaciones, sobre todo, de los sectores industrial y tecnológico. Su puerto marítimo es el que mayor volumen de carga anual maneja. En cuanto al plano financiero, es uno de los principales centros financieros internacionales, y su mercado de divisas es el cuarto más grande del mundo. Multitud de multinacionales cuentan con sede en Singapur, por lo que la presencia de expatriados y profesionales en viaje de negocios es abundante.
Igualmente, Singapur es un popular destino turístico, erigiendo al turismo como uno de los sectores económicos más grandes del país. En este sentido, a nuestro paso por Singapur no podemos dejar de visitar el distrito comercial de Orchard Road o los casinos de Marina South y de la isla de Sentosa.
Moneda y cambio
La moneda oficial es el dólar de Singapur (SGD) y respecto al euro, el tipo de cambio se sitúa en torno a 1 EUR = 1,58768 SGD
Transporte
Su aeropuerto internacional de Changi es uno de los más modernos del mundo. Plenamente conectado a internet, pone también a disposición de los viajeros consolas XBOX para amenizar las esperas. Este aeropuerto cuenta con una red de aerolíneas que conectan Singapur a doscientas ciudades del mundo.
Además, Singapur cuenta con otros siete aeropuertos, y es que el país representa un centro de conexiones aéreas para el sudeste de Asia.
La aerolínea nacional es Singapore Airlines, que en octubre de este año volverá a poner a disposición de los viajeros el vuelo sin paradas más largo del mundo. Este trayecto, que unirá las ciudades de Singapur y Nueva York, tardará menos de 19 horas en recorrer los 17.600 kilómetros que separan ambas ciudades.
Singapur dispone de una red de transporte público excelente y muy puntual. Si la estancia se prolonga varios días es conveniente adquirir una tarjeta llamada EZ-link, que permite viajar tanto en los autobuses como en el metro. Es preferible su uso frente al de billetes individuales, pues supone un ahorro de tiempo y dinero. Al finalizar la estancia en Singapur, es posible devolver la tarjeta recuperando parte del dinero depositado al principio.
Si recurrimos al taxi, también es buena opción. Son muy baratos y fiables, de modo que son muy utilizados también por la población residente.
En cuanto al coche, dada la elevada densidad de población, el número de coches privados en la carretera está restringido con el fin de controlar la contaminación y el tráfico. Disponer de un vehículo privado resulta caro, dadas las tasas que hay que pagar por ello. Además, los precios de los coches son también significativamente altos, por lo que solo uno de cada diez residentes posee un coche propio. Así, la población de Singapur suele trasladarse a pie, en bicicletas, en autobús, en taxis y en tren ligero.
Gastronomía
Su gastronomía constituye un excelente ejemplo de la mezcla étnica y de la diversidad de culturas existentes en el país. Con multitud de influencias de la cocina malaya, china e india, también denota influencias de Occidente, dada la ocupación británica en el siglo XIX.
Ofrece así una comida variada y de fusión. Ejemplo de ello lo ofrecen los hawker stores, locales agrupados al aire libre en el que existen diversos tipos de restaurantes ofreciendo una gran variedad de comidas. Algunos de los platos típicos son el Laksa, una especie de sopa con noodles, gambas, leche de coco y picante; o el Chilli Crab, consistente en un enorme cangrejo procedente de Sri Lanka y bañado en salsa picante.
Cómo tratar con su gente
La actitud clave es el respeto. De hecho, la ley penaliza cualquier comportamiento que altere la paz que caracteriza al país. Así, gritar en plena calle puede ser considerado escándalo público. Otra cuestión muy importante es mostrar respeto también a las diferentes culturas y creencias religiosas. Singapur se enorgullece de esta multiculturalidad, y lo que pueda ser entendido como una falta de respeto a alguna de sus religiones o culturas, puede traernos consecuencias desagradables.
A la hora de hacer negocios, las conversaciones suelen ser directas y formales, más aún que en Occidente, contando con estrictas reglas de protocolo y haciendo prevalecer siempre al equipo sobre el individuo. En encuentros de negocios, las personas controlan mucho su comportamiento y emociones, evitando la confrontación abierta y abordando la crítica con un estilo de comunicación indirecto.
Los saludos suelen ser un apretón de manos al estilo occidental, pero solo en contextos de compañías multinacionales o entre profesionales jóvenes. Entre los oriundos de edad más avanzada, se debe respetar un protocolo estricto basado en el origen étnico y en la edad de la persona. Cuando nos presentan a alguien del sexo opuesto, el gesto más acertado es mover la cabeza y sonreír.
Sobre su historia
Desde el siglo II, momento en el que los primeros humanos se establecieron en el territorio, Singapur ha formado parte de diversos imperios. 1819 es el año en que podemos decir que nació el Singapur moderno, de la mano del británico Thomas Stamford Raffles, que estableció el territorio como puesto comercial de la Compañía Británica de las Islas Orientales, con permiso del sultanato de Johor. En 1824 Reino Unido obtuvo la soberanía, y en 1826 Singapur pasó a ser una de las Colonias Británicas del Estrecho. Ocupada por los japoneses durante la II Guerra Mundial, Singapur se independizó de Reino Unido en 1963 como parte de Malasia, de la que también se separó en 1965, erigiéndose como ciudad-estado.
Desde la obtención de su soberanía, Singapur ha prosperado a gran velocidad y hoy día es uno de los centros neurálgicos del comercio mundial. Cuenta con el puerto de mercancías más activo del mundo y con uno de los mayores centros financieros a escala global. Así, Singapur se ha convertido en uno de los países con mayor renta per cápita del mundo.
Pero si hay algo en lo que destaca esta joven ciudad-estado es por estar a la cabeza en las listas internacionales en materia de educación, sanidad, competitividad económica y transparencia política.
En cuanto al establecimiento de relaciones de negocios, los singapurenses prefieren tratar con personas que conocen y que les inspiran confianza.
El lenguaje empleado suele ser el inglés y se cuida especialmente el lenguaje no verbal. Los singapurenses se fijan mucho en las expresiones faciales, la postura, el tono de voz… para inferir lo que el otro piensa o siente.
Para terminar, respecto al dress code, los extranjeros suelen vestir con un traje formal. La vestimenta más adecuada para los hombres es pantalón oscuro, camisa de manga larga de tono claro y corbata. Dado el calor y la humedad, la chaqueta resulta accesoria. En el caso de las mujeres, pantalón o falda y blusa. Un traje de chaqueta y las medias, para encuentros muy formales.