Si te preguntan el tren más famoso del mundo… Seguro que el que te viene a la cabeza es el Transiberiano, ¿verdad? Con permiso del lujoso Orient Express, que dejó de llamar a “viajeros al tren” en 2009.
Tal ves lo que no sabías es que el Transiberiano nació como medio de transporte para los ‘viajes de negocios’ de la Rusia zarista. Hoy en día, quizá sea el tren en activo más mítico, uniendo la Rusia europea con Extremo Oriente, en un recorrido que, si hoy sigue siendo impresionante, imagínate cómo lo era cuando se trazó su recorrido en el siglo XIX.
Como decíamos, su nacimiento tiene mucho que ver con los negocios… En aquellos tiempos, el imperio de los zares necesitaba explotar la riqueza de la extensa Eurasia, bajo su dominio. Eso, unido a la fortaleza industrial que Rusia desarrollo en la segunda mitad del siglo XIX hizo que entre 1860 y 1890 construyera más kilómetros de vía férrea que ningún otro país europeo. De hecho, en el mundo, solo fue superada por Estado Unidos.
De este modo, el transiberiano nace con el objetivo de unir las zonas industriales del centro de Rusia y las zonas productoras de materias primas, situadas en el sur y en los Urales. En 1891 se dio el pistoletazo de salida al comienzo de las obras, que se prolongaron con muchas dificultades ante su construcción (clima, medios, recursos, etc…) y reconstrucción (dadas las revoluciones, guerras…).
Con la puesta en servicio del Transiberiano, la migración se aceleró. Para fomentar los traslados, los precios de los billetes se abarataron, sobre todo la de tercera clase, donde la ‘experiencia del viaje’ quizá no era la mejor: en un vagón de tercera podían ir hasta doce pasajeros, sin apenas ventilación, y que debido al frío viajaban prácticamente apelotonados. El polo opuesto -y no porque estemos cerca del Ártico-, los vagones de primera en la época de los zares contaban con decoración de lujo y disponían de un vagón-restaurante de alta cocina, donde el champán y el caviar corrían a raudales.
En la actualidad, el Transiberiano sigue siendo una de las principales líneas férreas del mundo, más aún, incluso, que a sus inicios, dado el importante desarrollo tecnológico e industrial del oriente asiático y las relaciones entre Rusia y China, que lo que hacen es llevar a un mayor, y cada vez más continuado, intercambio comercial a ambos lados de la frontera.
El Transiberiano en el siglo XXI
Así, a día de hoy y desde 1916, con casi 9.300 kilómetros que unen Moscú y Vladivostok, el recorrido del transiberiano es el trayecto en tren más largo del mundo
Pero además, desde el tronco principal del trazado, también parten ramales que conectan con Uzbekistán, Mongolia y Corea del Norte. El transmongoliano y el transmanchuriano son los principales, pero hay más, como el BAM, que se adentra aún más al norte y llega hasta Sovetskaya Gavan, en la costa del Pacífico.
¿Te planteas hacer la ruta transiberiana? En tal caso, toma nota de las paradas que te proponemos a continuación. Con casi 10.000 kilómetros de recorrido, ¡selecciona bien! Hay lugares en el trazado que no te puedes perder…
- Te proponemos arrancar en Moscú, cuna de arte, ballet, música… Una de las ciudades rusas por excelencia a lo largo de la historia. ¿Qué crees que es una ciudad oscura, fría, gris…? Deslúmbrate con la Plaza Roja y el edificio del Kremlin. Seguro que tu percepción de la ciudad cambia de color.
- Siguiente parada: Kazan, a 820 kilómetros. Ciudad conocida por su famosa mezquita de Qolsharif, que te sorprenderá no solo por eso, sino por una interesante mezcla cultural entre musulmanes, cristianos y ortodoxos.
- Kilómetro 1.816: Parada obligatoria, a las puertas de Siberia y ya en los Urales. Plena frontera entre Europa y Asia. Su arquitectura te impresionará.
- Novosibirsk (km 3.335), la tercera mayor ciudad de Rusia, ya en plena Siberia. Una ciudad con mucha vida y una variada oferta de ocio, con gran número de restaurantes, bares y cafés.
- En el kilómetro 5.185, parada en Irkutsk, para visitar el lago Baikal, el más profundo del mundo. Un verdadero espectáculo de la naturaleza.
- Ulán-Udé (km 5.642), lugar desde donde parte el transmongoliano, por lo que se vuelve una para obligatoria si vas a tomar esa dirección. En esta ciudad podrás observar el mayor busto de Lenin del mundo.
- En el kilómetro 289 llegamos a Vladivostok. Fin de la ruta del trasiberiano, y en la que no puedes dejar de visitar su Cuerno de Oro y su espectacular puente colgante.
Con todo ello, si alguna vez tienes la ocasión o la necesidad de atravesar Siberia… ¡no lo dudes! El transiberiano puede ser una atractiva opción. Buen viaje o… Хорошая поездка