Si por algo se ha caracterizado siempre España, es por ser una destacada ‘capital del turismo’. Sí, el turismo es una cuestión ‘capital’ para nuestro país. Un sector que este año se ha visto privado de muchas visitas foráneas, pero que, en cambio, ha sido un redescubrimiento para la población, nunca mejor dicho, typical Spanish.
Este año, muchos de nosotros hemos vuelto a disfrutar de ese estilo de vacaciones de cuando éramos pequeños. Porque hasta hace un par de décadas, lo de viajar al extranjero en vacaciones era cosa de algunos pocos. Y es que el contexto que nos ha dado este año nos ha llevado a vacaciones dentro de nuestras fronteras en la mayoría de los casos e, incluso, a destinos poco habituales. Las playas no han estado a rebosar en muchos casos y los principales monumentos tampoco han ‘hecho su agosto’ en número de visitantes.
En su lugar, destinos rurales, en la montaña, o lugares donde realizar actividades poco multitudinarias sí han disfrutado este año de un ‘esplendor’ distinto al de otros agostos.
Así, a continuación, hacemos repaso de algunos de los destinos y actividades que ofrece nuestro país y que en muchas ocasiones pasan desapercibidos frente a la majestuosidad de La Alhambra de Granada o de La Sagrada Familia de Barcelona. Arrancamos pues motores y nos adentramos en nuestro país.
Los acantilados más altos de Europa continental, en Galicia
Sí, en Galicia hay muchos caminos, y no solo los que llevan a Santiago. Desde, El Ferrol podemos hacer el camino que nos conduce a San Andrés de Teixido, donde poder disfrutar de los acantilados más altos de la Europa continental, con 612 metros de altura. El mejor mirador donde contemplarlos, La Garita de Herveira.
Quienes ‘emprenden’ este camino y quieren cumplir con la tradición, depositan una piedra en los “milladoiros” (montoncitos de piedras) del camino. Y quienes, ‘de camino’ buscan el amor, quizá lo encuentren recogiendo la ‘hierba de enamorar’ durante el recorrido.
El pueblo más perfecto de España está en Málaga, según The Telegraph
Concretamente, en la serranía de Ronda. ¿De nombre? Gaucín, pueblo que en el siglo XIX contó con la visita a muchos ilustrados británicos, atraídos por lo que de él contaba Richard Ford, uno de los escritores más influyentes de la literatura de viajes de la época.
Ahora, dos siglos después, Alexander Fiske-Harrison, otro escritor, periodista y actor británico, le ha dedicado un bonito artículo en el diario inglés de The Telegraph, definiéndolo como el “pueblo más perfecto” de nuestro país y bautizándolo como “el Notting Hill de Andalucía”, al estar lleno de artistas y bohemios que se han mudado allí por su autenticidad.
No solo Sevilla tiene un color especial, también Brihuega, en Guadalajara
Este pueblo de la Alcarria se viste todos los veranos de malva, el color de la lavanda, con casi 1.000 hectáreas de plantaciones que rodean el pueblo y su comarca. En los últimos años se ha organizado allí festival de música para celebrar el momento de la recolección, aunque este verano no ha podido ser. No obstante, no ha habido pandemia que haya impedido disfrutar, no solo de unas bonitas vistas con tonalidad poco común, si no también de un aroma codiciado por la alta perfumería.
‘Sumérgete’ en el arte en pleno Océano Atlántico
Literal. ¿Dónde? En Lanzarote, en un museo subacuático único en Europa: el Museo Atlántico. Ubicado al sur de la isla, la Bahía de Las Coloradas, amantes del buceo y del snorkel pueden recorrer sus más de 2.500 metros cuadrados, a 12 metros de profundidad.
En ese recorrido, podemos disfrutar de las 300 esculturas que integran la ‘muestra permanente’ del museo, obra del artista británico Jason deCaires Taylor. Todas estas esculturas están creadas con materiales ecológicos que, incluso, contribuyen a la creación de arrecifes coralinos.
¿Conocías esta ‘Spain’ tan ‘different’?Desde Diners Club Spain esperamos que este recorrido haya despertado en ti el interés por conocer algunos lugares que, en nuestra opinión, merece más que la pena conocer, sobre todo si quieres disfrutar de alguna escapada este otoño. Esperamos haber sido un buen compañero en este viaje.