El concepto es el concepto. Y a veces hay conceptos que se confunden. Muchas personas relacionan un pasaje en business con volar en primera clase, que tiene poco que ver con viajar en turista, que a su vez puede serlo ‘a secas’ o superior. ¿Hay primera low cost? En fin, que existen diferencias. ¿En qué consisten? Te las explicamos para que seas un auténtico experto en el tema, aunque carezcas de experiencia ‘en alguna de las clases”.
Clase turista
Si la comparamos con clases superiores, la principal diferencia es la comodidad del asiento. ¡Y no poder estirar bien las piernas! Lo que, en viajes de largo recorrido, cuando llevamos ya seis horas de vuelo, marca una gran diferencia. Un truco para poder estirar un poco más las piernas (¡los viajeros ‘de altura’ seguro que se lo saben!) es escoger los asientos ubicados en las salidas de emergencias, que cuentan con más espacio.
Otros elementos que marcan la diferencia, la disponibilidad de enchufes, la disponibilidad de wifi, regalo de cortesía, acceso a entretenimiento a bordo, pantalla individual o, atendiendo al servicio, la calidad del mismo. Además, en vuelos cortos, a escala nacional, puede que el viaje no cuente con servicio de comida.
La ventaja, el precio del billete. Suprimir ciertos elementos, servicios y comodidades, rebaja el coste del pasaje. ¡Otro truco! Esta vez, sobre el precio. Los asientos de la cola del avión suelen ser más económicos, por el ruido. Si no te molesta, opta por ellos. Además, cuenta la leyenda, que en caso de accidente, son los más seguros, porque la cola del avión sería la que menos daños sufriría.
Clase turista superior
La ‘hermana mayor’ de la clase turista, aunque un poco más cara, ofrece comodidades y servicios mejorados, sin llegar al nivel ni a los precios de la business o primera clase. Además de poder estirar un poco más las piernas, las compañías suelen dar acceso a salas de espera exclusivas en los aeropuertos e, incluso, tener preferencia a la hora de subir al avión o llevar más equipaje. Y en algunos casos, la comida también es mejor.
Asimismo, según la aerolínea, los viajeros cuentan es sus asientos con elementos como enchufes para cargar el móvil y el ordenador, pantallas más grandes, auriculares, etcétera. En este sentido, a la hora de valorar si merece pagar un poco más por disfrutar de estas mejoras, conviene tener en cuenta variables como la ruta, la aerolínea y, sobre todo, la prioridad que des a estas cuestiones.
Clase business
Entrar en clase business es entrar en otro paradigma de experiencia al volar. Muchos, una vez que la prueban, ya no bajan el listón, a costa del bolsillo. Y es que la diferencia entre viajar en turista superior o business es radicalmente más clara que si comparamos el paso de turista a turista superior. Otro paradigma, en definitiva.
En business, todo se percibe como mejor. Desde el trato y ‘el trago’ que te ofrecen al llegar a la sala de espera, hasta la comida a bordo. Sí, la del avión. ¿Y la comodidad de los asientos? En business los asientos, no es que sean plenamente reclinables, es que pueden convertirse en verdaderas camas 180 grados de inclinación. Estirar las piernas ya no es tampoco problema. Entre los asientos habrá como mínimo dos metros de separación.
Además, según destaca el buscador de vuelos Kayak, “algunas aerolíneas ofrecen también un servicio de chófer que te va a buscar a casa y te lleva al aeropuerto, según la distancia, y la mayoría cuenta con una sala VIP exclusiva donde puedes beber y comer gratis mientras esperas a tu vuelo”. Algunas compañías, además, ponen a disposición de los viajeros de clase business un bar completo para su uso exclusivo.
Primera clase
La primera clase es ya el sumun del lujo. Se podría definir como business con plus de lujos, solo reservada para bolsillos afortunados. Y aunque el salto de la diferencia de business a primera no es tan grande como el de turista superior a business, el precio del billete sí es bastante diferente.
Privacidad y tamaño de los asientos sí son elementos diferenciables. Otra cuestión mejorada, el servicio. Como explica Kayak, “la tripulación es capaz de anticiparse a las necesidades del viajero y no se deja impresionar por nadie, por muy famoso que sea. La calidad de la comida también es de primera, con menús y platos creados por chefs galardonados con estrellas Michelin”.
Algunas aerolíneas incluyen incluso spas en sus aeronaves para los viajeros de primera clase, y otras, hasta suites.
Una ‘clase magistral’ sobre las clases de vuelo, ¿no crees? Desde Diners Club Spain esperamos que aparte de conocer la teoría, puedas poner en práctica la experiencia de volar también en clases superiores. En cualquier caso, sea cual sea tu opción, ¡bon voyage!