El pasado jueves celebramos un evento privado en el Palacio de Santoña, Madrid. Contamos además, con la compañía de Carmen Posadas, famosa escritora que estrena libro: “La hija de Cayetana”.
Recorrimos las estancias de este prestigioso Palacio del Siglo XVI, testigo de una parte destacada de la historia de Madrid, para terminar con un maravilloso cóctel del restaurante toledano El Bohío, del Chef Pepe Rodríguez. Todo ello ambientado con un dueto de cuerda que terminó de completar una atmósfera única.
Durante la visita, Carmen Posadas compartió una charla con los asistentes, donde contextualizó la historia del palacio y de la sociedad de la época con la ambientación de su libro. La Hija de Cayetana, narra “la desconocida historia de la hija negra de la Duquesa de Alba”. Pocos saben que la Duquesa de Alba, musa de Goya, adoptó a una niña esclava que le regalaron, María Luz, a la cual quiso y educó como a su propia hija. En este libro, la autora cuenta con mano maestra, la peripecia de dos madres: la adoptiva, con sus amores y dramas en la corte de Carlos IV, y la biológica, esclava en España, luchando por encontrar al bebé que le fue arrebatado al nacer.
El Palacio de Santoña ha sido un escenario excepcional para el evento anual de Diners Club Spain en Madrid. Este palacio de la calle Huertas, en pleno barrio de Las Letras, fue una casona que perteneció al príncipe heredero de Marruecos, el cervantino «Príncipe Negro». En 1731 Francisco Goyeneche adquirió la finca y encargó la construcción del palacio. Cien años después, fue adquirido por un indiano que hizo fortuna en Cuba y, una vez en Madrid, se dedicó a las finanzas, al mecenazgo y a la política, lo cual le proporcionó el título de Marqués de Manzanedo y posteriormente, el de Duque de Santoña.
El Duque de Santoña le regaló el palacio a su mujer, María del Carmen Hernández y Espinoza de los Monteros, que reformó el palacio creando espacios únicos, pinturas, esculturas y todo tipo de aderezos exóticos, traídos en los viajes de la Duquesa que culminan un conjunto decorativo realmente excepcional.
Tras la muerte del Duque y el declive de su familia, el Palacio pasó a manos de las hermanas Saint-Aubin, una de ellas, mujer del eminente político liberal Jose Canalejas. Después del fallecimiento de ambos el palacio cayó en el abandono, hasta que en 1933 La Cámara de Comercio e Industria de Madrid se hace cargo de él rehabilitándolo como nueva sede del organismo.